El color violeta como reivindicación a nuestros derechos
Hoy, en pleno siglo XXI, los derechos de las mujeres están más consolidados que nunca, aunque también es cierto que todavía existe desigualdad en muchos ámbitos, por lo que creo, como mujer que soy, que no podemos dejar en el olvido todo lo que hemos sufrido durante la historia y seguimos sufriendo actualmente para conseguir la tan ansiada igualdad. No me considero una persona feminista, pero si, creo que el papel que tenemos, sobre todo, en el mundo laboral no es el que nos merecemos.
Hoy os voy a contar los principales motivos por los que se conmemora el día internacional de la mujer (que no son pocos) y también como nosotras podemos reivindicar nuestros derechos con el color violeta como estandarte.
¿Por qué el 8 de marzo?
El Día Internacional de la Mujer conmemora los avances en materia de igualdad de género y reivindica el mucho trabajo que todavía queda por hacer en este campo. Se celebra oficialmente el 8 de marzo desde 1975, y hay diversas teorías sobre por qué se eligió precisamente ese día. En particular, hay varios acontecimientos que desencadenaron la instauración del 8 de marzo como el día en el que se celebra el cambio de tendencia hacia la igualdad de los derechos de la mujer.
El principio de las reivindicaciones de la mujer
Todo comenzó un 8 de marzo de 1857 en Nueva York, cuando una huelga de trabajadoras textiles que habría sido brutalmente reprimida por la policía, si bien no está claro que esta protesta realmente sucediera. Unos años más tarde, también en Nueva York, fue la muerte de más de un centenar de trabajadoras en una fábrica textil en 1909 como consecuencia de la represión policial cuando exigían mejores condiciones laborales. Sí consta que ese año hubo manifestaciones que reunieron a varios millares de mujeres, pero las muertes ocurrieron realmente dos años después y en un 25 de marzo, y no fueron fruto de la represión, sino de un accidente. Además, ninguno de los dos acontecimientos es fácilmente contrastable y hay quienes ponen en duda su existencia, aduciendo que se ha creado un mito inspirado en hechos reales para dar legitimidad a la fecha del 8M.
En cualquier caso, pronto se estableció un Día de la Mujer, gracias en parte al empuje de los movimientos socialistas. El Partido Socialista de EE. UU. empezó en 1909 a conmemorarlo el último domingo de febrero. Un año después, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, la activista alemana Clara Zetkin propuso la creación de un Día Internacional de la Mujer, propuesta que recibió un apoyo mayoritario. Ya el año siguiente, cientos de miles de mujeres celebraron ese día en varios países de Europa como Alemania, Austria, Dinamarca, Países Bajos, Polonia o Suiza. Así, a principios de siglo el Día Internacional de la Mujer ya se había extendido a Europa y Estados Unidos.
La fecha saltó también a Rusia en 1913, aunque fue en 1917 cuando se hizo realmente importante: el 23 de febrero de ese mismo año, muchas mujeres encabezaron protestas contra la Primera Guerra Mundial, las hambrunas y la escasez. Esto también ayudó a cimentar la elección del 8 de marzo, puesto que en Rusia todavía se usaba el calendario juliano, y su 23 de febrero era en realidad el 8 de marzo según en el calendario gregoriano, presente en el resto de Europa y extendido hoy por todo el mundo.
La segunda ola feminista revitalizó esta fecha desde principios de los años 60, que recibió también el apoyo de las Naciones Unidas poco tiempo después. La ONU decidió que el Día Internacional de la Mujer se celebrara el 8 de marzo, y lo instauró oficialmente en 1975; dos años después, los Estados miembros aceptaron la celebración de un día de los derechos de las mujeres y la paz internacional.
Mucho por hacer todavía
Aunque, como podéis ver en este gráfico, queda mucho por hacer en este sentido, puesto que la mujer sigue siendo, en pleno siglo XXI, la líder en trabajo no remunerado por país.
Bajo mi punto de vista es algo triste que todavía exista esa desigualdad, aunque bien es cierto que se ha logrado dar la vuelta a la tortilla en muchos aspectos, las mujeres no debemos bajar la guardia y reivindicar nuestros derechos con empeño, orgullo y sobre todo empleando nuestras armas de mujer.
Mujeres que han cambiado la historia
A lo largo de la historia, muchas mujeres han luchado por conseguir un espacio destacado en un mundo que parecía ser dominado por los hombres. Muchos avances y costumbres han cambiado a lo largo de los años gracias a su esfuerzo que, de una forma u otra, ha marcado un antes y un después . Este artículo sólo recoge a quince mujeres que han logrado destacar, de las muchas que lo han hecho. A continuación detallamos cuál ha sido el granito de arena de cada una de ellas.
Frida Kahlo
Frida Kahlo es considerada una de las figuras femeninas mexicanas más influyentes de su tiempo. Logró trascender a través de sus innovadoras obras de arte y actualmente es recordada como una de las artistas más famosas del siglo XX. Desde la pintura hasta cuestiones más personales de su vida, Kahlo siempre buscó hacer las cosas de forma diferente a como entonces estaba estipulado. Su orientación sexual y el desafío a los estereotipos era una clara señal de ruptura. Por ello, se convirtió en un icono de las mujeres fuertes.
Hedy Lamarr
Hedy Lamarr fue una actriz dotada de una extraordinaria belleza que reinó en el olimpo del Hollywood dorado. Poseía un glamour que todos admiraban, aunque éste eclipsó sus otras facetas más desconocidas. Y es que la artista no sólo fue una sex symbol, sino que fue dueña de una mente privilegiada y la autora de un sistema de comunicaciones en el que se basan todas las tecnologías existentes en la actualidad. Se podría decir que es la precursora del actual WIFI.
Inventar era su auténtica pasión. Su asignatura preferida era la química y desde muy temprana edad empezó a interesarse por la tecnología, igual que su padre, al que adoraba. Desarrolló una carrera paralela y bastante discreta como ingeniera de telecomunicaciones. Ideó unos cubitos que convertían el agua en Coca-Cola y ayudó al magnate Howard Hugues en su obsesión por crear un avión más rápido estudiando la aerodinámica de los pájaros y la fisonomía de los peces.
Marie Curie
No hay científica en la historia que haya superado en reconocimiento y fama a Marie Curie, la descubridora del Polonio y el Radio como elementos químicos. Pasó hambre y frío, y arriesgó su salud con tal de no renunciar a su pasión investigadora. Y pudiendo hacerse rica con sus descubrimientos, se negó a patentar el proceso de aislamiento del radio dejándolo a disposición de la comunidad científica.
«Uno nunca se da cuenta de lo que se ha hecho; uno solo puede ver lo que queda por hacer»
Con todo, puede decirse que cumplió su sueño: fue la primera mujer que llegó a catedrática en la Universidad de París y la primera en ganar el Nobel, compartido con su marido Pierre Curie, por sus investigaciones sobre los elementos radiactivos.
Malala Yousafzai
Malala es una activista a favor de los derechos civiles, especialmente los de las mujeres en el valle del río Swat, en Pakistán, donde el régimen talibán tiene prohibido la asistencia a la escuela de las niñas. Sus ideales le llevaron a recibir un disparo en la cabeza cuando regresaba en autobús de la escuela a su casa en la ciudad de Mingora. Lejos de echarse atrás, la joven extendió su lucha a nivel mundial. Su labor le llevó a ser premiada con el Nobel de la Paz en 2014. Con tan sólo diecisiete años se convertía en la persona más joven a acceder a ese galardón.
Virginia Woolf
Con sus novelas y escritos, esta escritora británica se convirtió en uno de los máximos símbolos del feminismo y modernismo literario del siglo XX. De hecho, su ensayo Una habitación propia, que data de 1923, es uno de los textos más citados por el movimiento. Virginia Woolf sufrió varias depresiones a lo largo de su vida, y la primera de ella fue a los 13 años con la muerte de su madre. En los años siguientes, además, fue víctima de abusos sexuales por parte de sus hermanastros, creándose en su interior una fuerte mentalidad de lucha contra el machismo que plasmó en su obra.
El violeta, un estandarte de color que representa a la mujer
Este 8 de marzo, el violeta inundará las calles de muchos rincones del mundo en la celebración del Día de la Mujer. Hay distintas versiones sobre el motivo por el cual se ha acabado adoptando este color para ilustrar las reivindicaciones por la igualdad de la mujer.
El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad.
Por ello hoy me uno a la causa y quiero hacer un homenaje a todas las mujeres que se han esforzado para cambiar la historia y mostrarte como el color violeta se ha convertido en un símbolo de esa lucha incansable de las mujeres para lograr la igualdad ante los hombres.
El violeta es el símbolo de esta lucha que nos da fuerzas para continuar siendo libres y cada vez más fuertes y seguras de nosotras mismas.
El color es muy importante, sin el color todo sería muy triste, ese fue uno de los motivos por los que me especialicé en Técnica de coloración del cabello. Durante mis casi 40 años de trayectoria nunca he perdido la ilusión y he aprendido que la vida es en color si encuentras lo que haga feliz. Yo amo lo que hago y lo que hago me hace feliz.
Aquí te muestro como el color violeta me apasiona y me da fuerzas para seguir adelante con mucha ilusión.